Hoy llego el otoño a mis manos,
secando la tintas de mi versos,
desplumando la pluma con la que te escribo
deshojando poco a poco mis letras.
Hoy llego el frío al calor de tu tacto,
ya los marrones tiñeron mis colores,
mis miradas, mis hechos y errores...
ya se desnudan como arboles mis ausencias.
ya los horizontes quedaron mudos de sueños,
ya las melancolías se hicieron dueñas de las lluvias,
de las lágrimas y de tu ausencia... de mis pasados.
y de las esperar soledades de sillas y ventanas.
ya mis zapatos me pesan y el invierno mi reclama,
con su caricia gélida e inerte cual beso de tu adiós.
como el papel donde refugio estas palabras...
palabras de tinta y sangre... de sangre y vino... palabras.
Hoy llego el otoño a mis manos...
las que antes te acariciaban el alma,
las que con una caricia dibujan sonrisas,
entre tu mirada y la mía... ahora solo falta la tuya.
Hoy llego el otoño... y sentí que moría.