Ayer estuve allí…
Ayer, no se por que motivo,
Ni por que razón,
Pero fui… y no estabas.
Ayer volví a entrar,
Volví a sentir aquel olor,
Ese que pronunciaba nuestros nombres,
Sentados en las pupilas del otro… pero no estabas,
Y cerré la puerta a tu ausencia,
Y abrí la caja de los recuerdos,
En ella encontré lo que me dejaste,
Entre pedacitos de palabras de tu voz.
Una sonrisa tímida del primer día,
Una caricia vestida de beso por una rosa,
Una mirada por una palabra que hizo latir tu pecho,
Y mil y una escusas para perderte en el viento…
Ayer estuve allí… y no estabas,
Ayer vi lo que fue y hoy ya no es nada…
¡¡Pero fue…y seguirá siendo!!
En este corazón Que late
En el lamento de su ayer…
Y tú no estabas.
Cuanto duele verdad? Cuando resultan tan reales y presentes los recuerdos que albergamos con el mayor de los cariños y de repente despertamos sin poder obviar que se esfuman, no siendo mas que eso, recuerdos, cuando desearíamos que sean solo presente. Bello tu relato, me hizo navegar mucho por los rincones donde preferiría haber estado una eternidad.-
ResponderEliminarMe alegra que sea de tu gusto amiga Soledad y que te haya hecho navegar por recuerdos que impregnamos de nosotros mismo. Y si duele, pero siempre es mejor que duela por que mientras duela seguirá vivo ese sentimiento que tanto nos llena el alma... aunque también es bueno olvidar.
ResponderEliminarLa poesía es la amalgama del poeta, esta en las manos del poeta llenar de amor este mundo.
ResponderEliminarDAVID POETA UUUFFF ME LLEGO AL ALMA TU VERSAR , MUY BELLO
ResponderEliminarUN ABRAZO BEA