Una tarde de otoño en la ventana,
tempestades de pensamientos en mis pupilas,
oleando mi fantasía de color carmesí...
carmesí como tus labios gladiadores
de mil batallas ganadas a los míos.
Entre la Calima de tu ausencia me pierdo,
entre miradas que me traen mil lágrimas,
como lluvia fresca que hace florecer una sonrisa,
una alegría, un sentirte cerca...en el recuerdo, en mi piel.
Una tarde de otoño en la ventana,
Chapoteando como cuando éramos niños,
Cuando lo único que importaba era sentir,
Experimentar, vivir... en tu sonrisa de inocencia.
¡¡Vuelve niñez vuelve!! ¡Vuelve te pido...!
que te llevaste por equivocación la felicidad,
que te llevaste sus sonrisas que iluminaban los días,
que sin ella la vida se volverá gris... se volvió oscuro.
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