En estos tiempos que nadie paga por palabras,
Por conciencias cerradas por egos encastrados,
Avaricias alimentadas con miedos materiales,
No... Ya no... Nadie paga por palabras.
Pero las palabras no quedan mudas, ni sordas…
Las palabras caminan, saltan, navegan y brotan...
Como agua que se filtra por las grietas de la ignorancia,
y de las conciencias con hambre del saber y conocer.
Las palabras humedecen los sentimientos,
Da vida al solitario y camino al caminante
Del pensamiento errante... no deja impasible.
Pero la gente... nadie paga por palabras.
Una palabra no derribara una casa
Pero hará que los ladrillos piensen
Si su sitio es esa casa o han de partir...
Nadie paga por palabras...
Pero no somos nada sin ellas.
(Con la colaboración de Armando Amador Rodriguez)